El Fondo Monetario Internacional (FMI), a través de un informe titulado «Las Américas: navegando por condiciones financieras más estrictas», dijo que los desarrollos económicos recientes en las Américas -Estados Unidos, Canadá y América Latina y el Caribe- estuvieron dominados por el impacto de dos choques globales diferentes: la pandemia de Covid-19 y luego la invasión de Rusia a Ucrania. A estos impactos se suma un tercer shock: el endurecimiento de las condiciones financieras.
En el contexto del endurecimiento monetario y financiero mundial y la desaceleración del crecimiento mundial y la moderación asociada de los precios de las materias primas, se espera que la actividad en la región de las Américas se desacelere a fines de 2022 y en 2023, cuando se espera que las presiones inflacionarias disminuyan gradualmente.
Los riesgos a la baja dominan las perspectivas, vinculados a condiciones financieras más estrictas, una desaceleración mundial más profunda y una inflación arraigada.
El documento rebajó las previsiones de crecimiento para América Latina y el Caribe, que pasaría de crecer un 3,5% este año a un 1,7% el próximo. Y en el caso de Argentina, en concreto, se prevé que la actividad crezca un 4% en 2022, para reducirse al 2% el próximo año.
En este contexto, “una caída drástica en los precios de las materias primas y el malestar social son riesgos importantes. Dado que la inflación aún no ha disminuido y que la mayoría de las economías continúan operando en su nivel potencial o cerca de él, debe evitarse una relajación prematura de la política monetaria y debe mantenerse en curso.
El impulso de crecimiento continúa en América Latina y el Caribe, y se prevé que la región crezca un 3,5 % en 2022. Pero dadas las condiciones financieras globales más estrictas, se espera que el crecimiento se desacelere a un 1,7 % en 2023”, concluyó el informe presentado en Santiago. de Chile. por Nigel Chalk, Director Interino del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI; Gustavo Adler, jefe de la división de estudios regionales; y Ana Corbacho, Jefa de Misión de Chile.
El caso argentino
Asimismo, la agencia advirtió que las debilidades internas, así como un contexto global más desafiante, pesan sobre las perspectivas de Argentina. «En Argentina, las vulnerabilidades internas y la incertidumbre política, junto con un empeoramiento del entorno externo, empeoran las perspectivas», dice el documento elaborado por el Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, dirigido por Ilan Goldfajn.
Agrega: «La adopción de políticas más estrictas bajo el programa respaldado por el FMI será esencial para mantener la estabilidad y contener la inflación, que ahora se prevé que aumente al 95% para fines de 2022».
En términos de pronósticos para la economía argentina, específicamente, el fondo espera que la actividad económica se expanda un 4% en 2022, antes de desacelerarse a un 2% el próximo año.
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